Bolsas de regalos

Mi gran amiga B me habia invitado a una premier de Sundance, ella "aparecía" secundariamente en la película; nos reíamos mucho porque no era más que una de esas movies que pasan al olvido y terminan abarrotadas en un rincón de saldos al lado de otras de diferentes géneros y quieren ser "de arte". B hacía una pequeña aparición y ni siquiera le habían pagado lo suficiente para irse de vacaciones. Su esposo trabaja en el mundo del espectáculo pero como persona responsable y jóven que hace carrera no suele "arriesgarse a pedir favores". B ganó su participación a través de un guionista amigo del director que le consiguió una audición.
El nivel del festival - dicen los que saben - es muy alto y prestigioso, pero conociendo a uno de los productores de aquel film, el "prestigio" del festival, para mí no era más que un medio marquetinero para que grandes firmas y compañías hicieran ruido en Salt Lake City.
Una de las cosas por las que accedí a su propuesta era el hecho que el mismo Robert Redford es el creador de esta pantalla para el cine indepentiente y como B estaba incluída en la cinta con suerte tendríamos acceso a algunos lounges, incluso al de las ruedas de directores. Me ilusionaba mucho conocer este mundillo de cine independiente por dentro!.
Era una ocasión más que divertida para conocer gente interesante y degustar deliciosos platillos, la agente de prensa nos aseguró que las gift bags serían completisimas y para entonces yo no tenia claro si asistía por los regalos sorpresa (cual niña) o la experiencia de una premier hasta el momento nuevo para mi.
En mi vida suelo pisar varias alfombras rojas, rosas y negras pero con más pompa y personajes de avanzada edad "aparejados" con mujeres llenas de botox, spray en el rostro y masking tape en sus escotes (de ellas varias anécdotas!) o jovenes actrices que no me simpatizan.
El Sundance era en un contexto de diversión y directores vestidos en jeans y zapatillas de donde el mismo Tarantino vio surgir su popularidad.
El entorno hotelero y de la ciudad es tan mágica y "de pequeño pueblo" que no era extraño ver algunos de los divos actores y cantantes caminando por la villa como Sting. En nuestro hotel estábamos estrategicamente ubicadas en un tercer piso y con una vista preciosa. Las fiestas prometían ser diferentes y descontracturadas y para mi sorpresa fue más que eso.
El dress code no era más que asistir como a una le apeteciera y mientras B tenía organizado un outfit para cada día (diferentes marcas amigas le habían provisto de divinas prendas) yo llevé 2 valijas con más de 50 kgs un signo "?" porque no tenía claro qué estilo era el correcto.
Para su premier opté por unos jeans y una camisa de Tocca - bien simple - junto con tejido de Missoni. Mis botas de P. Hardy causaron sensación y yo estaba totalmente anonadada! Era tan simple todo y tan facil impresionar a la gente! Mi máscara de pestañas era más cara que la cuenta del salón de belleza... obvio, si me duró 2 minutos!
La sala de proyección era muy acogedora, me recordaba a aquellas de la universidad en dos plantas pero en versión moderna. La película se me hizo interminable (a pesar de ser un corto) y al finalizar y - con el consentimiento de B - me fui a caminar por el lounge de Sony donde estaba la prensa mientras ella "circulaba" conociendo a diferentes personajes y con temas de conversación en común.
Como si esto fuera poco, en cada paso que daba todo lo que escuchaba eran nombres de películas - anónimas para mi - y un vocabulario con terminología similar a la Nasa. Me sentía tan fuera de lugar que me senté frente a un computador de la sala de prensa y me puse a navegar.
En ese instante me trajeron el trago que había pedido hace 15 minutos, a la camarera se le acercó un hombre vestido de negro de pies a cabeza, sus ojos negros se destacaban de su piel, y emanaba aroma a alcohol por doquier. Lo miré de reojo, me levanté para irme y me interceptó preguntandome que es lo que hacia allí, si era periodista, etc... le comenté con toda sinceridad que simplemente nunca había asistido a aquel festival y era novata, que la curiosidad y la buena compañía de B me habían convencido a llegar al sundance y que como me sentía tan fuera de lugar opté por refugiarme en el ciberespacio por dos minutos.
No muy asombrado por lo que le decía - pero sí por mi honestidad - me dijo que eran muchas las personas en mi posición que ignoraban el 7mo arte y lo veían como una oportunidad para "codearse" con productores y directores. Sacarse fotografías y con suerte generar algún "contacto". Yo me sentí apabullada, atiné a decirle que las comedias románticas son mi perdición que mi videoteca tiene mas de 500 títulos ingresados en un ordenador y que lo que más me seducía era obtener las gift bags - a pesar que yo podía comprar cada una de las cosillas que éstas contenían. Me daba ilusión ser sorprendida; para entonces hacía tiempo que no recibía regalos "sorpresa" como cuando era una niña.
Entre carcajadas e ironía el "hombre de negro" chispó sus dedos y se acercó un joven vestido en jeans, zapatillas de skater y una gorra azul. Le dijo algo murmurándole y éste tomó de su libreta un sobre con innumerables pases y me lo dió. Solo me dijo que el era mi "Alladin", me dio su tarjeta para que lo llamara "frotara su tarjeta " por cualquier cosa que necesitáramos y se fue.
Llamé a B, aún estaba ocupada en su rueda de intercambios y me puse a analizar pase por pase, realmente había frotado la lámpara mágica! "el hombre de negro" me había dado acceso libre para cada uno de los eventos. Yo estaba felíz como niña en Fao Schwartz con la tarjeta de papá!
Me fui al hotel, no me seducía tanta locura cinéfila y luego de un baño caliente me puse a ver en la TV una comedia de esas que tanto me gustan.
B llegó tarde, y con una sonrisa de oreja a oreja le comenté que teníamos ingreso para todos los lounges que quisiéramos, los eventos que hacían diferentes companías en bares, restaurantes y hoteles y que no los perderíamos por nada del mundo.
Para entonces yo compré un CD de M. Carey - porque me aseguraron que ella estaba en SLC - para que me lo autografiara. Ya habia coincidido con la cantante en una fiesta privada de NY pero siempre está "tan" reodeada que me fue imposible acceder a platicarle.
B muy contenta me dio luz verde, era su oportunidad para codearse con todo tipo de directores y con suerte ser fotografiada en su rol de actríz. Yo obtendría los regalos y con suerte lun autógrafo de Carey.
Afortunadamente no conducíamos, nos buscaba una camioneta de lado a lado que tenía una enorme publicidad del festival que había conseguido B a través del staff. De lo contrario nuestro nivel de alcohol en sangre nos hubiera puesto tras las rejas. Reimos como niñas, e incluso en algunos lounges creían que ambas éramos actrices, las marcas no estaban al tanto de los "pequeños nombres" por lo cual ante la duda y descortesía eran super atentas (Regla VIP 1: nunca sabes quien puede estar frente a tí, los grandes nombres a veces tienen caras anónimas) y no todas tenían una agente de prensa de primera línea - lo cual nos beneficiaba - para decirles quiénes éramos realmente.
El Sundance nos dejó una experiencia divertida y bizarra, varios días de fiestas, comida deliciosa un mailing genial de personajes nuevos y alguna que otra película por agendar!
B fue nombrada por una publicación especializada en cine y entrevistada por un canal de Japón. "El hombre de negro" le presentó a B un alto directivo de una importante empresa cinematográfica americana que también financia películas independientes... era más de lo que B podía pedir del Sundance.
Alladin, nos dio el pasaporte para divertirnos a lo grande esos días, recibir cantidad de regalos y bouchers; cristales sw para el celular, botas australianas, joyas "contra la mala vibra" que van desde el cuello a la cadera (Naomi es fanática de ellas), productos de belleza, tecnología, chocolates, vinos, cervezas de edición limitada, secadores y difusores para el cabello, ropa interior, t shirts, medias, aguas, zapatos, anteojos, sweaters y hasta un mini robot,
Sundance resultó ser mas hipe y moderno de lo que pensaba, su gente de prensa es más agradable que cualquier otro lugar y las gift bags me dejaron felíz.. Sundance no supo quién soy y me recibió con brazos abiertos a pesar de mi amor por las comedias románticas. B ha participado en 4 pilotos para tv y una película de habla hispana que no le dio dinero ni buenas críticas. Ella sigue viviendo en LA y aún trabaja por su gran oportunidad esperando que esos pilotos se acepten, mientras tanto es productora adjunta de un programa de entrevistas que le consiguió el marido. Alladin sigue bebiendo y trabajando en contacto directo con organizadores gastronómicos para eventos de celebridades y películas, nos invita de vez en cuando a las degustaciones de prueba. Por mi parte confieso que he empezado a seguir el trabajo de algunos directores anónimos, especialmente de oriente y cada año pongo foco en el Sundance, aunque no he vuelto a ir ... con B decidimos hacerlo nuevamente ; yo fiel a mi estilo por las gift bags y B por su amado 7mo arte!